martes, 22 de julio de 2014

Extant: Primeras impresiones


A principios de julio se estrenó Extant, una serie protagonizada por Helle Berry y que transcurre en un futuro no muy lejano. Aunque de momento sólo se han emitido dos episodios, creo que es un buen momento para hacer un primer análisis de esta serie creada por Steven Spielberg y Mickey Fisher.

Extant sigue los pasos de Molly, una astronauta que estuvo en una misión espacial durante 13 meses totalmente sola, y que a su regreso descubre que los extraños acontecimientos que tuvieron lugar en la nave han dejado en ella efectos inesperados. Su marido, John, es un científico que trabaja creando robots humanizados, y que también es el responsable de la existencia de Ethan, su primer prototipo e "hijo" de la pareja, que estuvo intentando concebir durante más de 10 años sin éxito.


El piloto sienta las bases de la serie, abriendo un amplio abanico de posibilidades, mostrándonos unas tramas muy interesantes y que plantean muchos interrogantes. Des del dilema moral sobre la posibilidad de convivir en un futuro con robots totalmente humanizados, hasta la manipulación por parte de las grandes corporaciones a sus propios empleados, pasando por la vida familiar con sus altos y bajos, Extant engancha e invita a ver más.

Uno de los puntos más favorables de la serie es la ambientación. Este mundo futurista resulta muy creíble, de echo en muchos aspectos parece la evolución natural que podemos vivir en los próximos años, y eso es muy positivo. Nos permite conectar bien con la serie, impidiendo que nos sintamos ajenos a todo lo que ocurre. Además, los planos están muy cuidados, la fotografía en general desborda calidad (se nota el toque Spielberg en el tratamiento de las imágenes) y los efectos por ordenador no molestan en absoluto.

El gran misterio que plantea la serie (¿Qué es lo que le sucedió a Molly en la nave?) engancha, y me gusta la manera en la que nos lo van desgranando con pequeños flashbacks que funcionan precisamente por lo breves que son. El echo de que todo sucediera en el espacio, muy lejos de la Tierra, añade atractivo a la trama, que pretende enfatizar la soledad de la protagonista ante unos hechos tan angustiosos.


Por otro lado, el tema de la inteligencia artificial, por un lado tan trillado, está bien planteado y, por el momento, funciona gracias a Ethan, el hijo de Molly y John. Este prototipo al que estamos conociendo poco a poco es el ejemplo "vivo" de la incomodidad que producen estos robots que se parecen tantísimo los seres humanos pero que tienen ese algo que recuerda en todo momento que no lo son. El amor que John siente por él, al que ve realmente como un hijo, contrasta con el comprensible recelo de Molly, que se da cuenta, desde la perspectiva que da haber pasado más de un año lejos de la familia, de que hay algo que no va bien en ese niño que la llama "mamá".


Sin embargo, hay algo en la serie que me chirría, que no me termina de convencer. Y ese algo es, precisamente, la protagonista. La interpretación de Helle Berry me parece sobreactuada y plana, y aunque hay momentos en los que me puede llegar a gustar, es el único elemento que me hace salirme de la serie cuando la estoy viendo. No me la creo. Me cuesta entender sus reacciones, me parece que debería mostrarse mucho más aterrada y angustiada de lo que está teniendo en cuenta lo que le está sucediendo. Creo que el echo de incorporar a la oscarizada actriz ha funcionado muy bien como gancho para la serie, pero por el momento no me convence en absoluto en su papel de protagonista. Veremos si, en los próximos capítulos, Extant mejora en ese sentido.

En definitiva, estamos ante un buen estreno, que cumple con el objetivo de entretener e intrigar, y que por el momento se presenta muy interesante. Al final de la temporada veremos si Extant cumple con las expectativas creadas en estos dos primeros episodios, hasta entonces nos toca sentarnos y disfrutar del viaje.


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